Fotografo iglesia San Carlos Zaragoza

Al empezar un reportaje de boda, y al presentarme en los domicilios de los novios suelo apreciar ciertos nervios en ellos (como es normal).

En el caso de Javier era diferente, todo era tranquilidad y sosiego en su domicilio.

Javier, junto a sus hermanos son grandes aficionado a los videojuegos.

Estuvieron echando una partidita a la Super Nintendo, la cual aproveche para inmortalizar un momento en familia que para mí fue muy importante en su reportaje de boda.

Otro momento de gran importancia para los novios era el hecho de que el domicilio de Helena estaba terraza con terraza con el de Javier. Tuvimos un momento previo a la boda en el que se pudieron ver antes de la ceremonia.

Al contrario,  A Helena sí que la note un poco nerviosa.

Fue todo un cúmulo de sentimientos familiares que se le juntaron, pero que pasaron después de la ceremonia en la iglesia de San Carlos de Zaragoza. Enseguida comenzó a disfrutar de su día de una manera muy natural y sencilla.

El banquete, que se celebró en la finca familiar de Javier fue un gran asombro para mí, ya que había un nivel de detalles y organización asombrosa.

Aun conociendo los gustos de Javier, me sorprendió la minuciosa decoración que prepararon para las mesas.

Todo estaba decorado con personajes de videojuegos.

Fue una maravilla ir descubriendo mesa por mesa los curiosos personajes que las decoraban.

Las sorpresas no acababan ahí, porque uno de los pintxos favoritos de Javier y Helena, que probamos en Pamplona el día de la preboda estaban recreados a la perfección para el coctel.

Un inmenso detalle que me volvió a sorprender.

Detalles como estos son los que marcan la diferencia en una boda.

Una boda que acabó con una gran fiesta, en la que los invitados y el novio se dieron un chapuzón en la piscina.

Fotografo iglesia San Carlos Zaragoza