Fotografo Hotel Reina Petronila Zaragoza.

Boda tras boda percibo el amor que existe entre las parejas que me visitan.

Siempre noto ese sentimiento que pone una cara de felicidad en todo el mundo.

Toda esta percepción se acaba palpando en el día de la boda, y se genera un gran sentimiento que acaba afectando a los novios y a todos los invitados.

Desde el primer día que me visitaron, a Sonia y Aitor se les notaba super enamorados.

En los preparativos del domicilio de Aitor vi una gran disposición y atención por parte de él y de toda su familia. Con esta predisposición pude hacer unas fotografías muy naturales.

En el domicilio de Sonia hubo un poco de nervios en la fase inicial. Muchas veces estas cosas pasan, pero con el estilo de fotografía documental que hago estos nervios sé disipan enseguida. Intento pasar muy desapercibido para que los novios sean ellos mismos y se relajen.

La ceremonia en la Iglesia Santa Engracia fue una gozada. Desde que Sonia bajo del coche nupcial vi esa mirada en ellos que denotaba mucha ilusión y amor. Grandes momentos protagonizaron los novios y los pajes, con muchas risas y emociones.

La boda continuó con un reportaje muy escueto por el casco viejo de zaragoza y la zona de El Pilar ya que la lluvia no nos dejó mucho tiempo para ello. De todas maneras, fue un momento muy bien aprovechado del que tuvieron un recuerdo muy bonito.

Junto a estas fotografías, completamos el reportaje dentro del hotel Reina Petronila, donde tuvo lugar posteriormente el banquete.

Me encantó la predisposición de los novios a hacerse fotos en la zona de spa del hotel, que quedaron muy originales.

El banquete fue muy alocado. Mención aparte de un invitado que saco una motosierra trucada para que pareciera que le estaba cortando la corbata al novio.

Además, varios grupos de amigos les hicieron proyecciones a los novios muy divertidas.

Después del baile nupcial, hubo una gran fiesta donde los invitados y los novios se lo pasaron genial.

Fotografo Hotel Reina Petronila Zaragoza.